Mira, si es tu primera vez cocinando y alguien te dijo que empieces con tostadas de tinga de pollo, la verdad es que no se equivocaron. No son difíciles, llenan un montón y casi siempre quedan bien aunque te equivoques un poquito. Yo mismo aprendí a hacerlas porque quería invitar a unos amigos y no quería quedar mal con algo muy complicado.
En este artículo te voy a contar paso a paso cómo las hago, qué cosas me han funcionado, los errores que he cometido (sí, he quemado cebollas más de una vez), y algunos truquillos que hacen la diferencia. No te preocupes si no tienes experiencia, la tinga es un platillo bastante noble.
¿Qué es la tinga de pollo?
La tinga de pollo es un guiso típico mexicano, muy popular en Puebla, que básicamente lleva pollo deshebrado (cocido y luego desmenuzado), cebolla, jitomate y chipotle. Tiene un sabor entre ahumado, picosito y un poquito ácido que queda perfecto encima de una tostada crujiente.
Yo lo llamo un platillo “para compartir” porque rara vez haces tinga solo para una persona. Generalmente te sale suficiente para 4 o 6, y si sobra, al día siguiente todavía sabe mejor.
Ingredientes básicos (y marcas que yo uso)
Para unas 6-8 tostadas (lo suficiente para dos personas con hambre) yo suelo usar:
- 2 pechugas de pollo (puede ser con hueso o sin hueso, da igual). Yo compro las de Bachoco porque son fáciles de encontrar y salen jugosas.
- 4 jitomates grandes (me gustan los saladette, cuestan más o menos $35 el kilo aquí en México).
- 1/2 cebolla blanca (si eres fan de la cebolla, puedes ponerle más).
- 2 dientes de ajo.
- 2 chiles chipotles en adobo (yo siempre tengo una lata de La Costeña en la despensa, dura meses).
- 1 taza de caldo de pollo (lo sacas de donde cociste el pollo).
- Aceite vegetal (yo uso Nutrioli, pero cualquier aceite sirve).
- Sal y pimienta al gusto.
- Tostadas (las de la marca Milpa Real o Sanísimo son bastante resistentes y no se rompen tan fácil).
Para acompañar:
- Crema (la Alpura me gusta por lo espesa).
- Queso fresco o ranchero (si vives en México, el de Chilchota o Nochebuena son buena opción).
- Aguacate en rebanadas.
Paso a paso (como yo lo hago en mi cocina)
- Cocer el pollo.
Llena una olla con agua, echa las pechugas, un diente de ajo, un cuarto de cebolla y sal. Yo pongo la flama media-alta y dejo hervir por unos 20-25 minutos hasta que el pollo esté bien cocido. No tires el caldo, lo vas a usar después. Truco personal: si estás con prisas, usa una olla express. Con la mía (marca Presto, me costó como $1,200 pesos) tardo solo 12 minutos. - Deshebrar el pollo.
Sácalo de la olla, deja que se enfríe un poco y luego desmenúzalo con dos tenedores. No te compliques, no tiene que quedar perfecto. Una vez intenté hacerlo con batidora de mano (sí, así como suena), y aunque salió rápido, la cocina terminó llena de hilitos de pollo por todos lados… no lo recomiendo. - Preparar la salsa de tinga.
En la licuadora mete los jitomates cocidos (yo los hiervo 5 minutos antes), los chipotles, un diente de ajo y un poco del caldo de pollo. Licúa hasta que quede una mezcla uniforme. Si quieres que pique más, ponle 3 chipotles. Honestamente, la primera vez que la hice me dio miedo pasarme de chile, así que solo usé medio. Spoiler: me quedó casi como espagueti rojo, nada de tinga. Así que no seas tímido con el chipotle. - Cocinar la cebolla.
En una sartén grande pon un chorrito de aceite y sofríe la media cebolla en rebanadas finas hasta que esté transparente. Aquí viene mi error clásico: distraerme con el celular y dejarlas quemar. Si pasa eso, tu tinga va a saber amarga. Mejor quédate cerca. - Integrar todo.
Agrega la salsa licuada a la sartén con la cebolla, revuelve y deja hervir unos minutos. Luego añade el pollo deshebrado y un poco más de caldo si está muy espesa. Cocina otros 10 minutitos, probando la sal. Lo que me gusta de este paso es que la casa empieza a oler delicioso, como a domingo en casa de mamá.
Servir las tostadas (y no hacer un desastre)
Aquí es donde la cosa se pone divertida. Pon una tostada en el plato y sigue este orden para que no se rompa ni se vuelva un caos:
- Primero un poco de frijoles refritos (opcional, pero ayuda a que la tostada no se humedezca tanto).
- Luego una cucharada generosa de tinga caliente.
- Encima pon crema, un poco de queso rallado, y unas rebanadas de aguacate.
- Si quieres lucirte, ponle lechuga finamente picada.
Yo siempre digo que la primera tostada es la de prueba. Casi siempre se rompe o te embarras, pero ya la segunda te sale con más confianza.
Cosas que aprendí con la práctica
- No satures la tostada. La tentación es ponerle un montón de tinga, pero créeme, la mitad va a terminar en tu pantalón.
- El chipotle hace la magia. Si usas muy poco, no va a saber a tinga. Mejor prueba la salsa antes de mezclarla con el pollo.
- Haz suficiente. Aunque pienses “somos solo tres”, la tinga siempre desaparece. Mejor que sobre.
- Acompaña con algo fresco. Un agua de jamaica o una ensalada ligera ayuda, porque las tostadas llenan bastante.
¿Qué haría diferente la próxima vez?
La última vez que las preparé, probé usar pollo rostizado ya hecho (ese que venden en el súper por unos $160). La verdad, sí ahorré tiempo porque solo lo deshebré y ya. Pero el sabor no fue igual, creo que porque no tenía el caldito para darle cuerpo a la salsa.
Así que, si tienes tiempo, mejor cuece el pollo tú mismo. Sale más barato y el caldo le da un toque que no consigues con agua simple.
En resumen
Las tostadas de tinga de pollo son un platillo perfecto si estás empezando a cocinar: fáciles, rendidoras y muy sabrosas. Claro, tienen sus detallitos (no quemar la cebolla, no quedarte corto con el chipotle, no cargar demasiado la tostada), pero con un poco de práctica te van a quedar increíbles.
Y lo mejor es que, aunque al inicio pienses “¡qué relajo!” cuando ves todos los ingredientes en la mesa, al final terminas con un plato que se siente casero, festivo y lleno de sabor mexicano. Yo todavía me acuerdo de la primera vez que me salieron bien y pensé: “ok, ya puedo invitar a alguien a cenar sin miedo”.
Así que, anímate. Haz tu primera tanda de tinga, arma unas tostadas, y disfruta la experiencia.